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Dentro del estudio de la Inteligencia existen diferentes polémicas. En cuanto al objeto de estudio, hay autores que abogan por el estudio de los procesos mentales simples y otros por los complejos. Otra polémica gira entorno a la concepción unitaria o múltiple de la Inteligencia y, finalmente, la tercera polémica se sitúa entorno al estudio de la organización y estructura de la Inteligencia.

1.1 Principales corrientes en el estudio de las diferencias individuales

Sternberg ha propuesto que la aproximación al estudio de la inteligencia se puede entender bajo la consideración de distintas analogías o metáforas que reflejarían la forma en que dicho estudio ha sido abordado. La adscripción a una metáfora representa los objetivos de cada modelo, así como los límites en los que este puede desenvolverse desde la analogía considerada.

La inteligencia ABC:

  • Inteligencia A: potencial innato que posee un individuo para poder aprender y adaptarse al entorno, siendo necesario para desarrollarse intelectualmente. Este potencial estaría genéticamente determinado, y básicamente mediado por la complejidad y la plasticidad del SNC. Se evalúa a través de medidas fisiológicas.
  • Inteligencia B: manifestación de la inteligencia de los individuos en su vida cotidiana. Esta concepción está más cercana, por tanto, a lo que se entiende por la “Inteligencia Práctica” o “Inteligencia Social”. Recoge muchos índices de carácter psicosocial.
  • Inteligencia C: aquello que miden los tests de CI, es decir, la “Inteligencia Psicométrica” evaluada a través de problemas estandarizados.

Los autores que defienden los modelos biológicos sostienen que la Inteligencia A es la inteligencia autentica, pura o “no contaminada” por ningún factor externo de tipo temperamental, motivacional o cultural. Los reduccionistas abogan por la Inteligencia B, que incluye aspectos muy relevantes para la vida cotidiana.

Metáfora geográfica o estructural

El experto pretende elaborar el “mapa” de la mente. La elaboración de la “estructura” o “arquitectura” de la inteligencia, pretendiendo encontrar cuáles son las dimensiones fundamentales o factores que constituyen la inteligencia en que las personas difieren y finalmente, predecir el rendimiento.

Principales ventajas:

  • Presentar una especificación muy concreta y clara de las estructuras mentales que se proponen.
  • Proporcionar una operativización directa de los factores propuestos a partir de los tests mentales.
  • Disponer de una metodología cuantitativa muy sofisticada para abordar sus investigaciones.

Principales desventajas:

  • Mostrar un énfasis insuficiente en los procesos mentales.
  • Las teorías derivadas del Análisis Factorial exploratorio presentan dificultades de falsación y no se puede probar que un modelo dado no es erróneo.
  • La indeterminación en las posibles soluciones factoriales, por lo que no se puede deducir que un modelo sea la única solución posible.
  • Mantener una excesiva dependencia de las diferencias individuales.
  • Mostrar una capacidad de generalización cuestionable de sus resultados al tipo de inteligencia cotidiana que los individuos desarrollan.

Metáfora computacional

La mente se concibe como un ordenador y lo que interesa es poder adentrarse y conocer el funcionamiento mental interno del individuo. Perspectiva procesual.

Principales ventajas:

  • Presentar una especificación detallada de procesos y estrategias mentales.
  • Llevar a cabo un análisis experimental de las tareas en tiempo real.
  • Disponer de una gama extensa de sofisticados recursos informáticos.

Principales desventajas:

  • Mostrar un escaso énfasis en las estructuras contempladas en el enfoque psicométrico.
  • La propia comparación de la mente al funcionamiento de un ordenador es cuestionable.
  • Dificultades de generalización de los resultados a la vida cotidiana.

Metáfora biológica

Se basa en que la inteligencia es el producto de un funcionamiento eficiente y rápido del cerebro. Se quiere analizar la inteligencia “pura”.

Principales ventajas:

  • Permite establecer la fundamentación biológica de los procesos intelectuales.
  • Sus procedimientos y técnicas experimentales son muy objetivos y precisos.
  • Puede permitir una evaluación libre de sesgos culturales.

Principales desventajas:

  • Muchos de los resultados obtenidos aún no tienen aplicación practica.
  • Estos procedimientos no tienen en consideración el contexto en donde la conducta se produce.
  • Las interpretaciones causales argumentadas por los autores no pueden derivarse de los datos obtenidos.

Metáfora antropológica

Se basa en que la inteligencia es una invención cultural sin ningún tipo de identidad fuera del contexto social en la cual es concebida. Al contrario que la biológica, por tanto, dicen que no se puede estudiar la inteligencia fuera de un contexto.

Principales ventajas:

  • Reconocer el papel que los roles culturales tienen en la determinación de lo que constituye la conducta inteligente, y posiblemente su naturaleza.
  • Presentar un mayor potencial para aplicar de forma transcultural la teoría.
  • Reconocer la necesidad de adaptar y ajustar la evaluación de la inteligencia a cada contexto cultural.

Principales desventajas:

  • El funcionamiento cognitivo se especifica de forma imprecisa.
  • Las teorías adolecen de falta de detalles importantes y de elaboración.
  • Posiciones excesivamente extremas carecen de parsimonia.

Metáfora sistémica

Concibe la Inteligencia como un complejo sistema en el que los aspectos psicológicos, biológicos y sociales interactúan en el desarrollo y manifestación de la conducta intelectual. Contempla las dinámicas entre los componentes internos del sistema, así como de estos en el contexto.

Principales ventajas:

  • Reconocer la multiplicidad de elementos y procesos inherentes a la inteligencia.
  • Integrar niveles múltiples de análisis.
  • La amplitud de las habilidades consideradas como integrantes de la inteligencia.

Principales desventajas:

  • La gran dificultad de poner a prueba las teorías.
  • La complejidad de las teorías propuestas siendo menos parsimoniosas.
  • Algunas de las teorías están más desarrolladas en la extensión de los elementos que abordan.

1.2 Las grandes polémicas en torno a la naturaleza y estructura de la inteligencia

Inteligencia ¿conjunto de procesos simples o complejos?

Las aproximaciones de Binet y de Galton-Spearman a la concepción y estudio de la inteligencia muestran discrepancias, tanto conceptuales como metodológicas. En concreto, Spearman buscaba comprender una parte de la naturaleza de las diferencias individuales en inteligencia a partir de su descomposición o reducción a procesos mentales simples, como la discriminación sensorial; sin embargo, Binet consideraba que los procesos de la inteligencia no tenían nada que ver con que los órganos sensoriales estuvieran funcionando correctamente sino con funciones cognitivas más complejas (como el razonamiento matemático). Sin embargo, aunque tanto Spearman como Binet se mostraron escépticos con respecto a las posturas del otro, Deary estima que sus aspiraciones científicas eran distintas y que podían ser posturas complementarias.

  Perspectiva unitaria Perspectiva multidimensional
Antecedentes F. Galton (1822-1911) y Ch. Spearman A. Binet (1857-1911)
Concepto de inteligencia Facultad unitaria referida a la capacidad cognitiva "general" del individuo Capacidad global derivada del promedio de múltiples facetas
Determinación de la inteligencia Genética Ambiental
Procedimientos iniciales para estimar la inteligencia Tareas mentales simples (perceptivas, sensoriales, etc) Tareas cognitivas complejas
Enfoque Naturaleza y estructura Evaluación y aplicación

Inteligencia ¿constructo de carácter unitario o múltiple?

Galton concebía la inteligencia como un atributo o facultad unitario relativo a la capacidad cognitiva general de un individuo y, por tanto, distinguible de sus tendencias motivacionales y emocionales. Por su parte, Binet defendía que la inteligencia, aún siendo una capacidad global, es multidimensional por naturaleza y presenta múltiples facetas (no estrictamente cognitivas) que deben ser evaluadas. Parece que muchos expertos en inteligencia humana postulan y defienden la existencia de un constructo relativo a una inteligencia general de algún tipo que esta presente en la realización de cualquier tarea cognitiva (especialmente aquellas de un nivel superior), y en la que los seres humanos difieren.

El factor “g” o factor de inteligencia general representa aquel factor de orden superior que subyace a la realización de cualquier tarea de tipo intelectual y que es obtenido a través de procedimientos estadísticos. Presenta un fuerte componente hereditario y es concebido como una medida global de la “eficiencia neural” de la persona que se traduce en una eficacia de rendimiento mayor.

Sin embargo, frente a la concepción unitarista, no todos los investigadores aceptarán la existencia de «g». Thorndike criticó la postura de Spearman proponiendo la existencia de una serie de habilidades especiales, distintas e independientes, que no justificaban la necesidad de recurrir a “g”.

Por otra parte, Gardner propuso el modelo de Inteligencias Múltiples que contempla un conjunto de facultades de carácter mucho más amplio y universal que consiste en 7, 8 o incluso hasta 9 inteligencias distintas e independientes, pero de igual nivel de importancia.

Razones principales para la defensa de la existencia de “g”

  1. La manifestación universal de un fenómeno de covariación positiva entre todos los tests de inteligencia.
  2. Cumplir el criterio científico de parsimonia en la explicación de los fenómenos.
  3. Representar a nivel científico una definición operativa de la inteligencia que presenta una gran utilidad práctica.
  4. Ser la fuente de DDII más amplia en todas aquellas actividades cognitivas que suponen un cierto grado de complejidad mental y una escasa automatización de las demandas de ejecución.
  5. Presentar una estabilidad temporal notable.
  6. Haber demostrado una considerable validez predictiva en el ámbito académico y laboral.
  7. Tener relación con otras variables objetivas (e independientes del Análisis Factorial).

La organización de la conducta inteligente

Los estudios de Carroll muestran que la estructura psicométrica de la inteligencia asemeja una pirámide en donde “g” ocuparía la parte superior, y la base estaría representada por múltiples habilidades de carácter especifico, ocupando el nivel medio un número reducido de habilidades más amplias. Los defensores de “g” responden a sistemas monárquicos de organización de la actividad mental. La estructura jerárquica de la inteligencia no debe entenderse como algo fijo y estanco.

La jerarquía mental representa una organización flexible (dinámica), sin una determinación absoluta del número o la naturaleza de las aptitudes o elementos que la integran. Esto implica que algunos factores o componentes son más generales que otros, presentando una estructura de árbol en donde cada nódulo domina sobre un conjunto específico de habilidades, o procesos, de orden inferior.

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