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El experto en lectura Steve Stahl sostiene que los tres objetivos principales de la enseñanza de la lectura deberían ser ayudar a los niños a:

  1. Reconocer automáticamente las palabras.

  2. Comprender el texto

  3. Motivarlos a leer y aprender la lectura.

Estos objetivos están interrelacionados. Si los niños no pueden relacionar las palabras no pueden comprenderlas, y si no comprenden, no estarán motivados para leer.

Estudios realizados por Rich Mayer se centran en los procesos cognitivos que tiene que experimentar un niño para que lea una palabra impresa:

  1. Ser consciente de las unidades de sonido de las palabras, que consiste en reconocer fonemas.

  2. Descodificar las palabras, que implica trasformar palabras impresas en sonidos.

  3. Captar el significado de la palabra, que supone encontrar una representación mental de un significado de dicha palabra.

Un modelo evolutivo de la lectura

Según Chall, las habilidades para la lectura se desarrollan en cinco fases que aportan una idea general de los cambios evolutivos en el aprendizaje de la lectura:

  • Fase 0: desde el nacimiento hasta el ingreso en primer curso de primaria, los niños van dominando varios requisitos previos a la lectura.

  • Fase 1: en primero y segundo de primaria, muchos niños comienzan a leer.

  • Fase 2: en segundo y tercero de primaria, los niños adquieren fluidez para pronunciar palabras individuales y otras habilidades de lectura.

  • Fase 3: de cuarto curso de primaria a segundo curso de secundaria, los niños pueden obtener, de manera creciente, nueva información de los textos.

  • Fase 4: durante el resto de la enseñanza secundaria y el bachiller, los estudiantes se convierten en lectores competentes.

Sistemas de reglas del lenguaje

La lectura es la capacidad para entender el discurso escrito. Los buenos lectores dominan las reglas lingüísticas básicas de la fonología, la morfología, la sintaxis y la semántica.

La fonología es el sistema de sonidos de un lenguaje, incluyendo los sonidos que se usan y cómo se combinan. La fonología tiene una función fundamental en el desarrollo de las habilidades lectoras. Si los estudiantes no adquieren buenas habilidades fonológicas en los primeros años de primaria, es poco probable que descodifiquen automáticamente las palabras.

La morfologia se refiere a las unidades de significado que sirven para formar palabras. Cada palabra de nuestro idioma está formado por uno o más morfemas. La morfología comienza a ser importante en la lectura entre el tercer y cuarto curso de primaria.

La sintaxis estudia la manera en que las palabras se combinan para formar frases adecuadas. Se centra en las habilidades gramaticales.

La semántica se refiere al significado de las palabras y las oraciones. Unas habilidades semánticas adecuadas contribuyen a la formación de un lector competente.

Dos formas importantes de aumentar el vocabulario infantil son la instrucción directa y la inmersión. Algunos expertos sostienen que los estudiantes aprenden la mayor parte de su vocabulario por inmersión (Nagy y Scott).

Enfoques de la lectura

Existe un debate sobre cómo se debería enseñar a los niños a leer. Actualmente, el debate se centra en el enfoque fonético frente al de lenguaje integral.

El enfoque fonético subraya que la enseñanza de la lectura debe centrarse en la fonética y las reglas básicas para traducir los símbolos escritos a sonidos. La instrucción temprana en la lectura tendría que incluir materiales sencillos.

Por el contrario, el enfoque del lenguaje integral destaca que la enseñanza de la lectura debe ir paralela al aprendizaje del idioma materno del niño. Los materiales de lectura deben ser completos y con significado.

Una enseñanza eficaz de la conciencia fonológica comprende dos técnicas principales:

  • Combinación, que consiste en escuchar una serie de sonidos hablados separados y combinados, como /I/ /a/.

  • Segmentación, que consiste en identificar o contar los sonidos en una palabra, como /I/ /a/ = la, que tiene dos sonidos.

Los investigadores han comprobado además que una adecuada formación fonológica tiene tres características: está integrada con la lectoescritura, es sencilla, y se realiza en pequeños grupos (Stahl).

Enfoques cognitivos

Los enfoques cognitivos de la lectura destacan la importancia de la descodificación y la comprensión de las palabras, los conocimientos previos y el desarrollo de estrategias de lectura.

La metacognición está involucrada en la lectura, en el sentido de que los lectores competentes adquieren control sobre sus propias habilidades lectoras y comprenden cómo funciona la lectura. Algunas estrategias metecognitivas con las que los profesores pueden ayudar a los niños a mejorar la lectura, son:

  • Echar un vistazo general al texto antes de leerlo.

  • Localizar la información importante mientras se lee y prestar más atención a esta que al resto; plantear preguntas sobre las ideas importantes o asociarlas a algo que ya se conoce.

  • Intentar dterminar el significado de las palabras que se desconocen.

  • Supervisar la comprensión del texto.

  • Comprender las relaciones entre las partes del texto.

  • Reconocer cuándo tenemos que volver a leer un párrafo.

  • Adaptar el ritmo de lectura a la dificultad de la materia.

El enfoque cognitivo de la lectura destaca también que el conocimiento previo de los estudiantes sobre un tema está relacionado con lo que recuerdan de lo que han leído sobre dicho tema y de su capacidad para efectuar inferencias correctas sobre el material leído (Mayer).

Pressley y cols., han elaborado el enfoque de instrucción de estrategias transaccionales, enfoque cognitivo de lectura que destaca la formación en estrategias.

Enfoques socioconstructivistas

Los enfoques socioestructurales llevan al primer plano los aspectos sociales de la lectura (Hiebert y Raphael).

Los socioconstructivistas subrayan que el significado comprende no solo la contribución del lector, sino también el contexto social y el objetivo de la lectura. Los métodos socioconstructivistas destacan la importancia de ofrecer a los estudiantes oportunidades para participar en diálogos prácticos sobre lo que han leído. La manera de hacerlo es mediante la enseñanza recíproca.

Desde la perspectiva socioconstructivista, las escuelas no son el único contexto sociocultural importante para la lectura. Las familias y las comunidades son también importantes (Vukelich, Christie y Enz).

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