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Discapacidad lectora: déficit fonológico central

El déficit en la conciencia fonológica es la causa primaria del déficit lector.

Tienen problemas desde el comienzo del aprendizaje lector y dificultades asociadas en comprensión y producción del habla y tareas de denominación.

La conciencia fonológica consiste en la capacidad de usar los segmentos fonéticos del habla,que a su vez precisa desconocimiento y uso de la estructura de los sonidos del lenguaje.

Dificultades relacionadas con el procesamiento fonológico: problemas de comprensión de las relaciones entre sonidos (déficit de la conciencia fonémica), de discriminación auditiva, de vcabulario y denominación y de memoria operativa para sonidos y sus combinaciones.

Los niños con déficit fonológico tienen dificultades para aplicar el principio alfabético al leer palabras desconocidas.

Funciones intelectuales, perceptivas, de memoria y de atención

Funciones intelectuales

Las medidas de inteligencia están relacionadas con la exposición y la experiencia de los niños con el lenguaje, proceso que también suele estar afectado cuando tienen dificultades de aprendizaje.

Efecto Mateo es la relación entre la lectura y el CI, porque la lectura tiene “efectos causales recíprocos” en otras habilidades cognitivas. Así, los niños con déficit lector leen menos, adquieren menos conocimientos generales y específicos y se van rezagando progresivamente en rendimiento y habilidades verbales.

Funciones perceptivas

En muchos casos las dificultades en el procesamiento de los fonemas constituyen la base del déficit de la lectura. La capacidad para percibir palabras habladas es escasa en niños con dificultades de lectura, sobre todo bajo condiciones adversas o de ruido.

Existe una relación entre los problemas de lectura y la percepción deficiente del habla, pero los niños con déficit de conciencia fonémica muestran además mala memoria para los sonidos del lenguaje hablado.

Funciones de memoria

Los escolares con discapacidad lectora no realizan bien diversas pruebas de memoria. La dificultad para recordar una serie de palabras precede al diagnóstico de la discapacidad lectora y parece que es un factor de riesgo y no una consecuencia de los problemas de lectura. Los malos lectores son incapaces de usar la estructura fonológica del lenguaje para mantener secuencias de letras en la memoria a corto plazo.

Adaptación académica y escolar

El fracaso en la lectura temprana crea problemas de motivación. Los alumnos con problemas crónicos de lectura no quieren ir al colegio y padecen problemas secundarios de autoestima.

Debido a su retraso en las habilidades de lectura, terminan por sufrir limitaciones cognitiva generalizadas que abarcan varias materias.

Adaptación socio-psicológica

Parece que quienes tienen trastornos de procesamiento fonológico son proclives a mostrar alteraciones psicosociales, tanto si padres, madres y profesores mantienen expectativas poco realistas sobre ellos, como si la exteriorización les sirve para evitar ir a al escuela y/o hacer los deberes.

Los niños con síntomas neurológicos y dificultades de aprendizaje están en situación de más riesgo de padecer alteraciones emocionales.

Factores familiares y domésticos

El nexo genético es más fuerte que las variables ambientales. En general, las condiciones pre y postnatales están estrechamente relacionadas con factores de riesgo. Las condiciones de riesgo se observan sobre todo en las familias caracterizadas por la pobreza.

Los niños en quienes persisten los problemas proceden a menudo de familias con nivel económico bajo y con un grado alto de desestructuración y de psicopatología. El estado socioeconómico, las condiciones domésticas y el nivel de educación de los miembros de la familia actúan como variables compensatorias para los niños en quienes se identifica inicialmente un riesgo de padecer problemas de lectura, pero que logran posteriormente un progreso normal del rendimiento.

La estabilidad y solidez de las situaciones domésticas, la fortaleza de las relaciones afectivas en la familia y las características de los niños por ejemplo temperamento fácil son factores importantes asociados a los niños considerados “resistentes” que parecen menos susceptibles a los efectos nocivos de los factores de riesgo.

Implicaciones para la intervención

La evidencia indica que los alumnos con déficit fonológico logran un progreso normal en matemáticas, pero mantienen retrasos severos en lectura a pesar de las tentativas de intervención en la escuela.

Cuando las técnicas abordan específicamente el déficit fonológico central, el resultado es más positivo tanto para los niños en riesgo como para los que tienen déficit fonológico lector (DFL).

Se ha demostrado un aumento de la capacidad lectora cuando se combinan técnicas metacognitivas y de mejora de la conciencia fonológica y cuando el conocimiento de los fonemas se contextualiza.

Se han diseñado programas de intervención temprana con el fin de abordar los casos de riesgo.

La intervención temprana ayuda a prevenir el ya mencionado efecto Mateo, que establece que como los malos lectores leen menos que los  buenos lectores, la distancia entre los 2 grupos se agranda permanentemente.

A la edad de 2 años, los niños con antecedentes familiares de dislexia se encuentran en una situación de riesgo extremo de padecer problemas severos de lectura.

Algunos de los programas de intervención fonológica respaldados por resultados favorables son: programa de recuperación de la lectura, conciencia fonológica más fonación sintética, el enfoque de Orton-Gillingham, evaluación de los procesos de los aprendices (PAL) y el programa lindamood de secuenciación de fonemas (LiPS).

La intervención temprana es importante, pero también ha de mantenerse en el tiempo, sobre todo para los escolares con riesgo de sufrir problemas de aprendizaje.

Recuperación de la lectura

Aumenta eficazmente el rendimiento lector de escolares en grados tempranos. No logra que se mantengan los progresos en grados posteriores cuando estos alumnos vuelven a rezagarse con respecto a sus compañeros. Incorpora aspectos globales del lenguaje a la vez que enfatiza la instrucción en decodificación. La decodificación se practica en el contexto de la lectura y la escritura. Es una intervención temprana útil, pero si no se mantiene, los resultados no se prolongan a largo plazo.

Orton-Gillingham

Este método es un enfoque sistemático y multisensorial de lectura y escritura. Consiste en un tipo de instrucción intensiva individual o en grupos pequeños. Es un abordaje fonético de la lectura, que subraya la correspondencia entre sonidos y símbolos, la morfología, la sintaxis y el significado. Implica un entrenamiento mediante ejercicios de aprendizaje visual, auditivo y tacto-cinestésico, que se han descrito como el triángulo del lenguaje. El programa incorpora muchas oportunidades para practicar hasta lograr la pericia lectora.

El programa PASP subraya el empleo de la conciencia fonológica y de la habilidad para decodificar. Se parece a los programas OG y recuperación de la lectura en el énfasis que pone sobre la instrucción en decodificación de fonemas y comprensión lectora.

La comprensión lectora es un área que en muchos casos requiere intervención. La mayoría de los escolares que tienen dificultades de comprensión lectora también tiene problemas de decodificación. Algunos niños con discapacidades severas de lectura presentan limitaciones ortográficas y visoespaciales.

Déficit visual y ortográfico en la lectura

Aunque el déficit fonológico en la lectura (DFL) parece bien establecido, existe un grupo menor d lectores que tiene dificultades significativas para acceder a las características ortográficas o visuales de las palabras escritas.

Se describe el orden de la secuencia lectora desde los aspectos logográficos, alfabéticos y ortográficos:

  • Fase logográfica: la lectura se produce mediante un análisis visual o gráfico de las letras y las palabras (sistema léxico). La memoria visual desempeña un papel importante durante esta etapa.

  • Fase alfabética: se caracteriza por la decodificación fonológica (sistema fonológico) de las palabras mediante las conversiones de grafema a fonema (de letra a sonido).

  • Fase ortográfica: Para llegar a ser lectores fluidos, los niños prosiguen hacia esta etapa ortográfica en la que usan unidades de morfemas más grandes (es decir, sílabas) y en que la decodificación es más rápida.

El modelo asume que las fases posteriores dependen de las habilidades adquiridas en estadios anteriores. La ortografía es una ruta directa hacia la comprensión del significado de las palabras. La fonología requiere decodificarlas previamente y extraer posteriormente su ortografía y significado. La ortografía y la fonología no son aspectos independientes, sino que cooperan durante el proceso lector. Ambas se conectan a la semántica, la ortografía lo hace directamente y la fonología, indirectamente.

Los varones tienen más dificultades ortográficas que las mujeres, aunque no se detectan diferencias en las habilidades motoras entre ambos grupos.

Los varones tienen más dificultades de exactitud y ritmo en la lectura oral de párrafos debido a problemas tanto ortográficos como fonológicos.

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